Caminas por la tiende de autoservicio y de repente de llama la atención una botella de vino que tiene una etiqueta por demás llamativa. Observas el precio y comienzas a leer las características del vino que lleva adentro. Sin duda decides llevarla a la casa para compartirla con tu pareja o degustarla solo, acompañado de la cena o la comida.
Un par de horas antes de la cena decides abrir la botella para que el aire haga su trabajo y elimine los aromas que no son bienvenidos después de descorchar la botella. Esperas probar el vino en un rato más.
Al momento de verter el líquido en la copa, decides
oler y ver el vino a través de la vela que pusiste sobre la mesa para poder determinar qué tan limpio es.
El proceso de la cata tiene su chiste y tú como una persona que tiene un poco de conocimiento sobre este arte decides llevar a cabo lo aprendido. El vino es tu compañero en este día, una bebida que a comparación de otros líquidos te aporta sus nutrientes para llevar una vida saludable, no sin antes dejar en claro que todo con exceso causa malestares.
El proceso de la cata tiene su chiste y tú como una persona que tiene un poco de conocimiento sobre este arte decides llevar a cabo lo aprendido. El vino es tu compañero en este día, una bebida que a comparación de otros líquidos te aporta sus nutrientes para llevar una vida saludable, no sin antes dejar en claro que todo con exceso causa malestares.
El vino es el compañero perfecto para lo que estas
comiendo en este momento, una rica carne acompañada de arroz. La perfecta
combinación para degustar el vino tinto que acabas de adquirir.
Te imaginas que si en la casa estuviera un plato a base de carnes blancas, sin duda habrías escogido un vino blanco. El cual, tiene una baja considerada de azúcares y por lo tanto es el perfecto compañero para esos platos. Después de haber metido la nariz y detectar los aromas que lo acompañan, sin duda decides darle el sorbo para saber que rico está.
Lo pruebas y piensas en la buena compañía que tienes.
Te imaginas que si en la casa estuviera un plato a base de carnes blancas, sin duda habrías escogido un vino blanco. El cual, tiene una baja considerada de azúcares y por lo tanto es el perfecto compañero para esos platos. Después de haber metido la nariz y detectar los aromas que lo acompañan, sin duda decides darle el sorbo para saber que rico está.
Lo pruebas y piensas en la buena compañía que tienes.