lunes, 8 de julio de 2013

El pardeamiento y la maderización


Los vinos blancos, son sometidos al pardeamiento el cual significa que el oscurecimiento del color en las fases tempranas y en las fases finales de la fermentación del vino. Gracias a este procedimiento el vino blanco pasa del color paja con tonos ligeros verdes, al color dorado o ámbar con sus característicos colores intermedios y con los cuales es más conocido. El pardeamiento se debe en concreto a la dependencia de los flavanos. El alto interés de la fermentación en blanco dado que se verifica con el mínimo contenido posible de flavanos. Además de los factores citados hay otros químicos que intervienen.

La fase de la maderización depende de varios factores entre ellos ante el oxígeno disuelto de la temperatura, cuanto más elevada es en los locales de conservación, más se acelera el fenómeno. La luz el contenido en aminoácidos, el contenido de azúcares, el contenido de leucoantocianos y catequinas, lo que quiere decir como flavanos. Está confirmado que el color amarillo dorado de los vinos oxidados debe eliminarse, en especial a compuestos que se forman durante la maderización a expensas de los flavanos. Está claro que la maderización necesita de alguna manera el oxígeno para que haya un mejor aroma.

Por lo tanto la sensibilidad de los vinos blancos al pardeamiento está relacionada con su contenido en flavonoles. El pardeamiento, es la principal manera para poder escoger el color del vino como producto final. Así es como dos características muy importantes para los vinos blancos se llevan a cabo, de esa forma se podrá tener el vino blanco que se usara en cualquier cata o que se degustará en algún restaurante junto con la familia. Es necesario que los vinos blancos tengan la mejor fermentación para que haya un mejor sabor, junto con el color deseado.

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