El
vino es una bebida deferente a otras bebidas, no solo se debe de abrir o
descorchar y tomar. El vino es una bebida que se debe de oler y mirar para
poder apreciar las características que lo componen y saber si es un vino de
buena calidad. Los catadores están convencidos de que el vino se debe de mirar
y oler, poder disfrutar las características que lo hacen único para poder tener
una mejor opinión sobre su calidad. Cuando eres un novato que quiere comenzar
en el arte de la cata es necesario que
al menos aprendas a olerlo y ponerle atención.
Cuando
pruebes la primera copa de vino para poder comenzar a saborear más allá del
gusto esta bebida debes de saborear atento el primer sorbo, de esta forma
comenzarás a darte cuenta de lo interesante que puede llegar a ser esta bebida.
Si tomas vino con grades sorbos, como si tomaras un jumo de naranja, no podrás
darte cuenta de la riqueza que se encuentra en el vino. Por lo tanto debes de
hacerlo despacio, pero antes debes de mirar atentamente el líquido. Beber
despacio y poner atención, son las dos reglas básicas del cateo de vino.
Para
poder mirar el vino es necesario que inclines la copa, ya que se producirá un
brillo por la forma como se refleja la luz. Así podrás saber el matiz del
color, así como la pureza del mismo. Después empieza a poner atención al vino
al olerlo y probarlo, la sensación de sabores que pueden tener aromas frutales
o de árboles. Esta parte puede ser la que terminará por ganar tu atención
dejando de lado lo importante que es probar tan solo un sorbo para identificar
el sabor. Empieza poco a poco para poder comenzar esta aventura.
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