Hay
personas que acostumbran tomar un vino acompañado del postre, se considera que
un vino entra dentro de esta categoría es porque sobrepasa el 14% de volumen de
alcohol, por lo tanto es seguro que se le aumento su porcentaje alcohólico
durante o después de la fermentación de la uva.
Algunos vinos de postres son dulces pero otros no lo son, así que no hay
una regla específica para considerar que el vino de postre debe de ser dulce. Por
ejemplo un jerez seco, es clasificado como vino de postre pero es seco y se
toma incluso antes de la cena o comida.
Cuando
un vino de postre tiene tan alto porcentaje de alcohol, se le denomina como
fortificado, en algunas partes de Europa se le llama vino licoroso. Como puedes
ver, el vino de postre puede ser considerado hasta confuso, pero para que sea
más fácil de identificar solo escoge un vino que tenga el suficiente contenido
alcohólico y que tenga un sabor dulce si es que lo prefieres así. Para hacerlo
tendrás que probar una gran cantidad de vino, detalle que de seguro no te
importará en absoluto poner a prueba para escoger el ideal para ti.
En
España se toma mucho el jerez, llegando a ser una especialidad del País y de
Portugal, el oporto es una de las máximas estrellas culinarias. El vino de
postre es un buen compañero cuando se tiene visitas en el hogar o para festejar
algún momento inolvidable con la pareja o la familia. Pero solo algunos podrán
tener una gran capacidad o tolerancia al alcohol si es que se pidió antes un
vino para acompañar la comida o la cena. Es importante resaltar que se debe de
poder mezclar con el postre para que no se pierda el sabor de uno u otro.
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